BOHAS Y JAKIN
"Bohas y Jakin son los nombres de dos columnas simbólicas que estaban delante de la puerta
principal del templo cabalístico de Salomón.
Estas dos columnas explican en cábala todos los misterios del antagonismo, sea natural, sea
político, sea religioso, como asimismo la lucha entre el hombre y la mujer, porque, según la ley de
la naturaleza la mujer debe resistir al hombre y éste debe encantarla o someterla.
El principio activo busca al principio pasivo; la plenitud está enamorada del vacío. Las fauces de la
serpiente atraen su cola y, al girar sobre sí misma, se huye y se persigue.
La mujer es la creación del hombre y la creación universal es la mujer del primer principio.
Cuando el ser principio se ha hecho creador, ha erigido un jod o un falo, y para abrirle camino en la
plenitud de la luz increada, ha debido cavar un cteis o una fosa de sombra igual a la dimensión
determinada por su deseo creador y atribuida por él al jod ideal de la luz radiante.
Tal es el lenguaje misterioso de los cabalistas en el Talmud, y a causa de las ignorancias y maldades
de vulgo, no es imposible explicarle o simplificarla algo más.
¿Qué es, por consiguiente la creación? Es la casa del Verbo creador. ¿Qué es el cteis? Es la casa del
falo. ¿Cuál es la naturaleza del principio activo? La de expandirse. ¿Cuál la del principio pasivo? La
de reunirse y fecundar.
¿Qué es el hombre? El iniciador, el que rompe, trabaja y siembra.
¿Qué es la mujer? La formadora, la que reúne, riega y cosecha.
El hombre hace la guerra y la mujer procura la paz; el hombre destruye para crear; la mujer edifica
para conservar; el hombre es la revolución; la mujer es la conciliación; el hombre es el padre de
Caín; la mujer es la madre de Abel.
¿Qué es la sabiduría? Es la conciliación y la unión de dos principios; es la dulzura de Abel
dirigiendo la energía de Caín; es el hombre siguiendo las dulces inspiraciones de la mujer; es el
vicio vencido por el legítimo matrimonio; es la energía revolucionaria dulcificada y domada por las
suavidades del orden y de la paz; es el orgullo sometido al amor, es la ciencia reconociendo las
inspiraciones de la fe.
Cuando la ciencia humana se hace prudente por su modestia, y se somete a la infalibilidad de la
razón universal, enseñada por el amor o por la caridad universal, puede tomar entonces el nombre
de Gnosis, porque conoce, por lo menos, lo que aún no puede vanagloriarse de saber perfectamente."
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